En México, en las honras de Carlos V, se erigió dentro de la catedral un monumento funerario llamado el túmulo novohispano. En las columnas del t-umulo y de la catedral estaban pegadas hojas con sonetos y octavas reales. Este es un soneto allí recogido:
Soneto túmulo novohispano (México, 1559),
España ¡Oh, Muerte! ¿De qué tienes alegría
En tiempo de tan grande desconsuelo?
Muerte De ver que ya he quitado deste suelo
El bien que indignamente poseía.
España ¿Pues qué te movió a ti, que tal porfía
Tuviste de llevar nuestro consuelo?
Muerte Movióme haber estado con recelo
Que vuestro Carlos inmortal sería.
España ¿No ves que es vano cuanto has presumido,
Pues con lo que pensaste deshacelle
Con eso queda más engrandecido?
Muerte Verdad es que inmortal vine a hacelle
Mas quise yo triunfar del no vencido,
Y fue triunfar en gloria engrandecelle.
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